En el Luberon, Gordes y Roussillon, pueblos situados en las alturas que se encuentran entre los más bellos de Francia, le ofrecen un saber hacer único en torno al vidrio, las vidrieras y el ocre. Después haga una parada para degustar productos locales entorno a la aceituna y el vino. A continuación, vaya al museo de la lavanda donde podrá descubrir todos los secretos de esta pequeña flor azul.